martes, 21 de agosto de 2007

la debilidad de la debilidad


hace algunos meses tuve un sueño (o quizá una pesadilla)... Llegaba el diablo (o algún diablillo no se jaja) a mi cama, me tomaba fuertemente por la espalda hasta inmobilizarme y me decía justo al oído:

".. ¿acaso crees que puedes vencerme?, ¡yo conozco muy bien todas tus debilidades!..."


si, conoce nuestras debilidades, pero poco a poco parezco haber ido descubriendo algo que me ha parecido por mucho, muy importante:

diría que la principal debilidad de las debilidades es que tienen patrones de aparición muy predecibles, que si nos aplicamos a conocerlos, podemos lograr aprender a ponernos en guardia en esos "momentos de verdad"... por ejemplo, ya estoy claro que si en mi día de universidad surge una contrariedad, debo estar en guardia al llegar a casa en lo respectivo a mi humor (el cual tiende a desmejorar, tantito pues jaja)...

hay algo similar que me ocurre con la computadora, debo de tener cuidado, si la enciendo sin tener claro qué es lo que voy a hacer, puedo pasar horas y horas "haciendo nada" frente a la misma... y bien así por el estilo...

me supongo que para cada persona debe ser muy diferente: mundo, carne y demonio, buscan nuestra destrucción, pero el que habita en nosotros es infinitamente más fuerte que ellos, a Él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Definitivamente que el demonio a como decía don Chale en la charla de las 10 tonterias que nos mete gol el diablo y que aun le siguen funcionando es muy acertado. Siempre el demonio trata de hacernos daño aun en los sueños; cuando yo tengo un sueño tan realista de ese tipo me levanto con una gran alegría porque me doy cuenta que voy por buen camino ya que significa que el demonio esta trabajando fuerte para sacarme, y cuando sucede eso, lo único que le digo al demonio en el sueño es: "si, pero Jesus es El Señor" ok, vos conoces mis debilidades...pero Jesus, es El Señor", y si queremos que le duela aun mas al demonio, le podemos decir: "si, pero Jesus es mi Señor" cuando fuimos a visitar en sus ultimos días al Padre Santiago Anitua y le comentamos que en estos tiempos habían pocos exorcistas, le preguntamos que ibamos a hacer con el demonio, y nos respondío que no nos preocuparamos que siguieramos haciendo nuestro trabajo y no nos preocuparamos por el diablo, porque diablo, es un pobre diablo.