domingo, 10 de febrero de 2008

autoentrevista: el alcohol I


- sea usted bienvenido señor Ernesto.


- Hola! jaja, es un placer... ¿qué tema nos ocupará hoy?


- pues verá, hoy le entrevistaré sobre un tema muy espinoso, me temo que después de esta entrevista probablemente vaya a defraudar a algunos o bien caiga mal a otros, de hecho creo que diga lo que diga no quedará bien...


- ohhh pues vaya, no importa!, total, como no me acuerdo donde leí: "ese es el precio de ser alguien". pero dígame, ¿cuál es el tema?


- pues el tema es el alcohol.. jaja aceptará comentarios a este post??


- si, por supuesto, raras veces sensuro comentarios, aunque lo he hecho y lo confieso, pero muy bien! empecemos de una vez!


- dígame, según su opinión: ¿ingerir alcohol es bueno o es malo?


- pues verá, para responder a esta pregunta me referiré a dos premisas que conocí en algún momento, la primera será la de estar conciente que en la vida, la mayoría de las cosas, incluyendo aquellas que se conocen como virtudes, son buenas pero tienen siempre un límite, y que las únicas cosas que no lo tienen son: la fe, la esperanza y el amor, en esas tres es posible crecer de manera desmedida (y solo Dios puede producir dicho crecimiento), pero no en las otras, pues por ejemplo, la humildad misma tiene un límite razonable, cuyo rebasamiento fácilmente nos llevaría a disimular virtudes que deberían ser "luz" para los demás.... y lo que estoy diciendo creo que esta relacionado con la virtud de la prudencia, que es la que regula la actuación de las demás vitudes... de forma análoga, considero que la prudencia debe regular la cantidad y la frecuencia en la ingesta de bebidas alcoholicas... a lo segundo que hago referencia, no es más que un refuerzo de lo anterior, diría san Agustín: en el centro está la virtud, es decir que no se trata de los extremos, sino una medida justa, razonable y prudente.


- ¿pero esta respuesta no es una respuesta muy exacta a lo preguntado, podría dar una pauta más clara de su posición a este respecto?


- pues verá es simple, lo que quice decir es que el alcohol no es ni bueno ni malo en sí mismo, sino que su cualidad moral considero que reside en el tiempo, es decir cantidad y frecuencia; y que además reside en el sujeto, es decir las características propias del individuo implicado.


- podría citar un ejemplo?


- bien, cuando hablo del tiempo aca hay algo importante, todo buen cristiano tiene un orden en su vida, ese orden está expresado en una serie de prioridades que rigen su forma de pensar (y por ende su forma de vivir), uno de los aspectos es el que nos dice que para todo buen cristiano en primer lugar está el servicio y los deberes, y en segundo está la diversión. No es que la diversión desaparezca, sino que ocupa un lugar por debajo de lo anterior... ¿que quiere decir esto?, esto quiere decir que si Juan abusa de sus tiempos de diversión y lo hace demasiado seguido, probablemente descuidará su servicio y sus obligaciones... en este punto ya estaría actuando mal considero yo. Ahora bien, cuando hablo del sujeto, me refiero a aspectos como la salud, la edad, las circunstancias de la(s) persona(s) implicadas... un chico menor de edad debe someter estas cosas a la autoridad de sus padres y de la ley.


- en la presentación de su blog se observa: "...siervo de Dios..." ¿sabe usted que su respuesta puede desconcertar a algunos cristianos?


- si, asi es... y ante ello creo que mi respuesta es complicada. En primer lugar está claro que nadie está obligado a tomar licor, y que la falta del mismo no hará daño a nadie, por lo tanto puede ser una opción personal válida, de radicalidad personal (o bien por alguna necesidad especial) la de renunciar al mismo, pero por otro lado es muy evidente que en la Palabra de Dios el asunto no está expresamente prohibido y yo creo que el llamar pecado a algo que no lo es, es tomar una actitud farisáica... ya lo dijo el Maestro:


"... ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para que otros no entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan entrar a los que quieren hacerlo..." Mt 23


Yo creo que la Palabra de Dios va más bien por la línea de lo que he explicado, pues nos dice con claridad los peligros de "entregarse" a la bebida, por ejemplo:


".... Y no está bien, Lemuel, que reyes y gobernantes beban vino y bebidas fuertes, 5 pues podrían olvidarse de la ley y violar los derechos de los más humildes. 6 Deja el vino y las bebidas fuertes para los decaídos y deprimidos; 7 ¡que beban y no vuelvan a acordarse de su pobreza y sufrimientos! ..." Pr 31,4


Vemos sin embargo, que el primer milagro de nuestro Señor Jesucristo, fue la transformación de Agua en Vino en una boda de Caná de Galilea, es evidente que Él mismo lo tomaba puesto que dejó el Memorial de Su Pasión en el Vino (y en el Pan) en que se estos se transforman en Su sangre y cuerpo respectivamente.


Se dice en otros pasajes que es simplemente un símbolo de alegría.


Con todo esto vuelvo a lo primero: en el centro está la virtud... y la prudencia deberá regir todo esto, por ejemplo, hay lugares que son totalmente no aconsejables, por la compañía de desconocidos, con medidas de seguridad insuficientes en que puedes poner en peligro tu integridad física por ejemplo...


Alguien podría apartarse de esto para procurar estar más cerca del Señor, para entregarse a Él o para ofrecérselo, este hace bien.... a como lo hacen muchos renunciando al matrimonio.... no harían bien diciendo que renuncia a ello por ser pecado.

3 comentarios:

Escalante dijo...

Hola amigo, te he premiado con uno de esos premios que estimulan los blog en su travesía por la Web. Espero que entres a mi blog y leas los detalles. Saludos.

Anónimo dijo...

Loco, el licor es un poder que no todos controlan.
Te hace sentir muy bien, creo que te conecta con el estado de animo que tendremos eternamente todos en el paraiso de nuestro señor. (Ahi nos vemos verdad) Lo maximo, te invito Al Panal los miercoles. La vida pasa loco, este es tu momento joven. Bueno reconoces que el hombre no lo censuro, solo te falto su frase matadora de que lo que entra en el hombre no es lo malo, sino lo que sale... vos lo comentaras mejor que yo. Bueno saludos.

Anónimo dijo...

Hablas del Panal, pero donde queda eso? es una cantina? que cosa es? se más explicito, talvez me estoy perdiendo de algo!