sábado, 9 de febrero de 2008

una vez mas me quite los zapatos sin desamarrar los cordones

hoy no he encontrado nada pertinente para el blog... solo esa cancion, la de Jesed, musicalizando el poema que puse en el post anterior de San de la Cruz, vaga en mi mente, porque suelo ser asi, escucho una cancion y esta se queda en mi mente, hasta que, por una razon u otra lo olvido. Es como cuando nos acordamos del hecho de la respiracion, al menos cuando ninio, note que no era algo bueno de recordar, porque empezaba a respirar con mayor intensidad (innecesaria), hasta que, por una razon u otra, lo olvidaba.

una vez mas me quite los zapatos sin desamarrar los cordones, mala costumbre mia, en ocasiones actuo con pereza y a veces con desorden... es curioso, pues por alguna razon o bien por razones que no escribire hoy, yo creo que mi mente es ordenada y muy capaz de desarrollar orden, no asi mis manos y mis pies, ellos no, ellos lo que buscan es hacer su gusto... y por eso comprendo la dualidad y la insuficiencia de unos dones sin los otros o de unas virtudes sin otras... si tengo mente ordenada y buena para los numeros y no tengo manos y pies prestos para poner todo ello en practica, al final quedo en lo mismo.... pero bien, al menos agradezco la capacidad de darme cuenta de estas cosas. si, porque creo que hay tres pasos: conocer, reconocer y decidir cambiar.... conocer es saber del hecho, reconocer es asignarle su cualidad moral: buena o mala, y decidir cambiar, que es algo que no hare hoy, sinceramente no dejare de sacarme los zapatos de esta forma, pero lo hare un buen dia.

tengo mucho suenio, y muchos suenios, pero de forma inesperada, el suenio y los suenios se oponen entre si, pues lo suenios no son para la cama ni para la fantasia, sino para la realidad y el trabajo diario, son para el esfuerzo, por eso, hoy dormire, pero lo hare con el salmo de David:

No he de entrar en mi tienda, en mi casa
no he de entrar en mi lugar de reposo
no he de conseder suenio a mis ojos, ni quietud a mis parpados
hasta encontrar un lugar para Yahve, una morada para el fuerte de Jacob.

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