viernes, 12 de octubre de 2007

senderos entre la roca


Hoy hace buen tiempo para hacer un alto. Uno por Ti (más bien por mi). Hoy es un buen momento, de excelencia para este post y mucho más por ser para continuar este desafío: podríamos… ya sea continuar los antiguos, o de mayor provecho, nuevos senderos entre esta roca sólida, con el interés único de profundizar, de ver, de encontrar, en los recónditos lugares en que se encuentra: el sentido de cada una de las cosas que “no lo tienen” o que simplemente (esas cosas) yacen en el espacio semi olvidado de la inconciencia (o de la insensatez, jaja podría ser ¿no?), candidatas a tomarme luego por sorpresa, que ellas decidan el encuentro, que es mejor decidir en un buen tiempo como este, y no esperar que sea la tempestad la impertinente consejera. Ya haz empezado a solicitar nuevos desgastes, de vez en año, haciendo débiles ciertos lugares persuadidos de su fortaleza, no haciendo, sino más bien, presentando, mostrando su insuficiencia….

Bajo pues el admirable tesoro de la debilidad, de lo difícil, de lo doloroso. Mis preciosas medallas de crecimiento y de sabiduría, mis preciosas fuentes de humildad, de valor, de entrenamiento, de preparación para todo aquello, que Tú y yo sabemos, que aguarda impaciente el momento, impaciente el conocimiento, impacientes esperan, tanto como yo espero, lo que no quiero ni espero, pero si quiero y si espero … Tú lo sabes todo.

Ese Adonde, cómo y cuando…

Ojalá, ojalá, escuche hoy Tu voz, y no endurezca el corazón… como en Meribá como en el día de Masá en el desierto, cuando mis padres dudaron de Ti, aunque habían visto Tus obras, Te obligaron a hacer su voluntad, durante 40 años te disgustaste de aquella generación, y dijiste: “... tienen el corazón extraviado, no quieren conocer mis caminos, no entrarán en mi descanso…”

1 comentario:

Roberto dijo...

Ernesto, es un gusto estar acá en tu blog que, sin duda, está lleno de mucha riqueza. Me gusta como escribes, adelante. Pues en el orden del obrar está el hablar y el escribir. Con Dios quedas.