sábado, 2 de junio de 2007

De los que se levantan



De los que se levantan, o de los que caen, no sé qué será mejor, pero cómo es eso de caerse y levantarse y no quedarse ahí. Son de las cosas que me pregunto, cosas que pasan: instintos nuestros, naturaleza caída, el pecado ha entrado al mundo y nosotros caemos y pecamos y erramos y entonces llegamos a la encrucijada porque por alguna razón uno no tiende a quedar ahí es un momento de batalla, la batalla quizá de un abatido, el vencido es una vez más llamado a la guerra, pero la guerra continúa y el que está vencido precisamente no se da cuenta de que realmente no lo está. Si, pasa en ese momento una de esas cosas que me sorprenden y no comprendo: el pecado invita a más pecado, a aceptarlo, a ocultarlo, a no luchar más ¿por qué?.... Es realmente absurdo, ¿por qué el sediento alejarse del manantial?, ¿Acaso no es más sensato buscarle?, si me alejé mucho, no importa, pues sólo hacia Él está la vida... si voy a otro camino moriré de sed.

¿A quién iremos? dijo San Pedro, Si sólo Tú tienes palabras de vida eterna.

Tenga el Señor misericordia, y no importe cuantas veces me caiga, siempre vuelva humildemente a levatarme y a poner mi mirada en Él que va delante de este camino, que ha pausado pues sabe que caí, y solo me vuelve a llamar e invitar a levantarme.

Ajá, entonces ¿qué más?, ¿que más me detiene?... Si, si que lo sé: es el no poder decir "no he fallado", el no poder decir a los demás: "soy santo", me detiene el qué dirán, aunque el qué dice Él sea tan distinto, oh como una buena intención la volvemos mala, la intención de abrir sendas a otros, de ser luz enmedio de los hombres, pero más vale no ser la luz que decir ser la luz, más vale seguir a la luz Verdadera.

Y ahora mi propia conciencia, mi propio juicio sobre mí mismo... por eso decía Sn Juan que si nos juzga nuestra conciencia, Dios es más grande que ella.

Esto es para los que caen y se levantan.

Bien decía C.S. Lewis, para hablar del mal en el hombre, es fácil, tan solo ver el que hay en mi propio corazón.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo en lo que dices, nuestra conciencia es nuestro peor enemigo cuando uno se ha alejado de la Luz cierta, y volver.

Pero cuando uno no sabe volver porque ha perdido la senda, El vuelve a ir en busca nuestra, y nos dice:

¡Eh, ¡eh, que es por aquí.

Anónimo dijo...

La senda está siempre llena de enemigos poniendote obstáculos continuamente para que no se pueda avanzar.
¡Pero la Justicia de Dios también es un hecho!

Anónimo dijo...

Lo peor no es equivocarse uno; es peor cuando alguien hace caer a otro, eso tiene mayor repercusión.

Anónimo dijo...

Ernesto el fin de semana posterior al próximo iré de ejercicios espirituales, los necesito cómo el agua.

Anónimo dijo...

Adios pequeño Lord, espero que sigas así de buenísimo.
¡Te deseo toda la feliidad del mundo!.

Anónimo dijo...

El sábado a las 4 voy a ir a ver al autor de esta pintura, en el antiguo Rocódromo en el Madrid Arenas, si vivieras aquí podrías ir a verle.
Tú te lo pierdes.