y si, llego el momento, suficientes dones creo yo... pues, no suficientes, pero es que hay un verdadero desbalance, desbalance entre los dones y los frutos.. por eso, esta jornada, la última que ha empezado será y está siendo la de los frutos... los frutos del Espíritu Santo, aquellas facultades que por sí mismas nos ayudan a crecer en las virtudes, que son infundidas de forma directa por el Espíritu Santo.
y tengo razones muchas para esto:
.......el peso que somos para nuestro prójimo por nuestra falta de virtud.
.......el contraste y escándalo que significamos, al ser buenos servidores, llenos de dones, pero faltos de frutos del Espíritu, que no son otra cosa que la verdadera y real medida de la santidad de vida y de que nuestro corazón está realmente con Dios.
.......la felicidad misma que construímos y a la que nos aproximamos, al crecer en virtud.
.......la salvación, que no dependerá de cuantos dones tengamos, de cuantos enfermos sanemos o demonios expulsemos, sino de esto, de los frutos del Espíritu (que permitamos que Él haga surgir) y del Amor.
creo haber descubierto, o estar empezando a descubrir cómo funciona esto, en primera lo insuficiente de buenas intenciones, planeamientos exactos, etcétera... y en contraste la utilidad y eficacia de la meditación interior, del silencio meditativo, la oración despaciosa de salmos y proverbios... porque es asi, si no se profundizan estas cosas en nuestros corazones y no se vuelven parte de nuestro ser a flor de piel, al momento de la prueba el demonio tendrá algún argumento listo, alguna ganancia ilícita para ofrecernos... para hacernos caer, caemos y nos levantamos, y preparamos la respuesta a ese argumento para la próxima ocasión....
y seguiré y sigo pidiendo dones, pero no quiero más antes de más frutos, hasta que lleguemos al balance..... al menos diré que estos me urgen más ahora.
Amor, Paz, Paciencia, Benignidad, Bondad, Longanimidad, Castidad, Gozo y todos los otros....
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