martes, 18 de septiembre de 2007

lo que habla mi cabecera

quisiera que mi vida fuera, aunque sea por el día de mañana, eso que habla mi cabecera (en su silencio), sin importar ciertamente de detalles, formas sin importancia, como el óxido de mi archivo, las arrugas, la almohada sin funda o bien la pared de pintura vieja. porque tales cosas más bien lo hacen todo más interesante, dándole un matiz de no se qué monasterio benedictino, en que semejantes detalles se pierden con el paso del tiempo en la búsqueda de un algo mayor...

por un lado, la gabeta inferior del archivo... protege celosamente cualquier cantidad de cuadernos, pequeños en su mayoría. casi todos son agendas, diarios, y otros que no quería mencionar, que contienen poemitas de mi adolescencia, de enamoramientos, alegrías y tristezas.. de esas edades en que casi sin darme cuenta, fueron abiertos mis ojos y dejaba de ser niño... ahí Dios llegó he hizo que mi camino no fuera tan espinoso... pautas distintas, que con el paso del tiempo me iría mostrando mejor, muy poco a poco ... todo eso está ahí, desde ese tiempo hasta hoy... de no tenerlos tendría una idea muy vaga de cómo era antes, habría sido como olvidar un tiempo. tampoco quería mencionar la gabeta de arriba en que hay cosas sin importancia, la verdad ahí introduzco cosas que no sé donde poner o donde guardar, o bien cosas de primera utilidad.... tenía por costumbre mantenerlo sigilosamente enllavado, ahora mantengo sigilosamente enllavado todo el cuarto... aunque en realidad todo el mundo tiene llave de él.

sigue a la izquierda, la Palabra de Dios: ahí está, el lugar no es tan digno, pero es cercano... y ese ha sido mi único criterio, en ocasiones la acerco aun más, después mi agenda y debajo el libro "una vida con propósito" que apenas comienzo a leer, bajo las efusivas recomendaciones de Noela.. luego el oficio divino para rezar laudes, vísperas y completas cada día.

atrás de mi almohada, esa sábana blanca, su utilidad no es otra que ser el fondo en que coloco mi ajedrez de vidrio, para poder distinguir el contraste escaso de las casillas claras y oscuras, y asi facilitar esos largos intentos de comprender el difícil juego, llenándome de satisfacción cada vez que descubro algo nuevo... después de años, por ejemplo, estoy empezando a comprender con certitud la importancia de la estructura de peones, y de las estrategias que implican... ello en complicidad con ese libro cuyo fragmento yace debajo de la Palabra de Dios, justo a la izquierda, en las páginas blancas se nota un pequeño diagrama. se titula el libro : "the art of the middle game" de kotov... me ha sido sumamente útil muy a pesar de empecinarse en mostrar partidas desafortunadas de Capablanca.

todo está ahí y aun las cosas que no alcanzaron en la foto... entre las que estaría mi guitarra que ahora toco cada vez que quiero o cada vez que Dios quiere...

todo parece hablar de conocimiento propio: del propio pasado, osea de saber de dónde se viene, para saber muy bien adónde se está y adónde se va... habla de silencio y reflexión, de disciplina, de levantarse todos los días a la misma hora, habla de oración diaria, acompañada de solemne lectura de la Escritura, habla de desiciones firmes contra el pecado, habla de días correctamente estructurados, llenos de la paz que da el orden, habla de acercarse a Dios cada día... y por eso es que quiero que el día de mañana se le parezca.

No hay comentarios: