De la vez que encontré un "profeta" muy inofensivo

... Estaba orando como de costumbre en la Iglesia Catedral de Managua, en el Santo de los Santos: capilla del Santísimo Sacramento, por cierto que Catedral queda cerca de la Universidad (yes!! hoy no había maquetas, perspectivas, ni bocetos ni planos que hacer :D )... de pronto veo que viene en mi dirección un caballero que más atrás había visto hablando en tono alcohólico.

Supuse q vendría a pedirme dinero y lógico que no le daría, entonces opté por cerrar los ojos con la esperanza de que respetara mi concentración... Mi esperanza fue vana, y luego de un trillado discurso (mientras percibía su aliento de ron) me pidió 2 córdobas con 50 centavos - no tengo, contesté... fue bajando su petición hasta cancelarla al negarle los últimos 50 centavos...

De pronto, y con una voz de ultratumba comienza a decirme: "...Yo te he visto desde arriba, y veo que has sido un pecador (jaja hasta aquí iba bien) y que ahora te estás arrepintiendo y he visto todo lo que le has hecho a tu esposa..."

En este punto mi mente se movió a velocidad de hiperespacio, pensé tantas cosas como:

sacar mi medalla exorcisada de san Benito, por si era algún espíritu de adivinación ....al menos asi me enteraría si lo era ¿no?...

lo que finalmente decidí hacer: ...con una pequeña risa (suficiente para no hacer ruido) le dije, algo muy cierto: Óigame caballero mmm, pero sucede que yo soy Soltero!!

-Ah, replicó, ¡¡pero no me refiero a una esposa, sino a tu novia!!
- jaja, le contesté yo, pasa que tampoco tengo novia, soltero y sin compromisos... (un día de estos escribo algo en el blog de "cuando le dije adiós a las citas amorosas" // un adiós temporal claro está )

-Sabe algo, ahora estoy ocupado, qué tal si platicamos otro día. Al fin no le quedó de otra que dejarme ...

Al rato llega alguien adonde yo estaba, con una gran cara de susto y me dice:
-¿Qué le estaba diciendo ese hombre? es un asaltante muy peligroso de por acá, ¿no vio el puñal que andaba en la cintura?

- nop, le contesté...

Después me quedé ahí, cara a cara, en Su presencia, en libertad, por Su amor, frente al trono de la Gracia...